Una de las sorpresas más agradable traídas de Rosario es la excelente revista Términus.
Orientada al género de ciencia ficción, terror y suspenso (con alguna historia de humor) llega para recuperar la tradición de las antologías en un país con una larga tradición al respecto.
Viene con una digna cantidad de artistas y con un nivel de historias altamente recomendables. Perdido el hábito, por este tipo de publicaciones, hay que predisponerse a recuperar el sentido de lectura antológica en donde el relato breve, en un constante "continuará", puede tirar para atrás.
Por suerte, en el primer relato viene la pauta:
Parto (con guión y dibujos de Juan Pablo Vaccaro) arranca insertándonos en el medio de una trama alienígena en la que el nacimiento y una fuga en el vacío del espacio son los protagonistas. Con poco ya nos obliga a llenar todo el pasado y el futuro que puede traer el resto de la historia. Puede seguir, pero si queda ahí ya deja un buen sabor en la boca.
Del primer número solo tres continúan en el siguiente número, concluyendo una de ellas. El resto son todos unitarios e ilustraciones de Renato Guedes, Salvador Sanz y Damían Couceiro, entre otros a lo largo de distintas publicaciones.
Increíble el trabajo de Bruno Chiroleu en
Euriale, Monólogo y
Musa en las primeras tres ediciones, y una pequeña obra preciosa que es
Las Puertas Abiertas de Sebastián Cabrol.
Un formato en binder y papel ilustración blanco y negro con una calidad impecable que cuesta creer que salga tan solo 35$. La edición es trimestral.
Si la ven por ahí no la dejen pasar, porque lamentablemente viene con una de las contras que es la que empaña a toda la industria nacional: se consigue en algunas comiquerías, solo si sos muy del palo te enterás y curioseando por una convención. O sea, mucho huevo y corazón en un producto de primer nivel.
Las puertas abiertas. Sebastián Cabrol
Euriale. Bruno Chiroleu
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